Wednesday, December 14, 2005

INVERSION DE FRONTERA

Se esta desarrollando, en la ciudad, una controversia por los comentarios que hiciera el Dr. Juan M. Santos, y muchos otros, relativos a la posibilidad de inversión que se presenta por parte del gobierno venezolano en áreas neurálgicas de la nación como son el gas y el petróleo. Y como es normal, se escuchan opiniones de toda índole, a favor y en contra.

Es cierto que en una negociación como la que se quiere llevar adelante, el negocio se lo debe llevar aquel que presente la mejor oferta. Sin embargo, puede darse que la mejor oferta no es la más confiable. Quienes no están de acuerdo con que este negocio se le adjudique al presidente Chávez, aunque sea la mejor oferta, basan sus apreciaciones en hechos ocurridos en el pasado que causaron un inmenso daño económico a empresas colombianas y muy especialmente a la región fronteriza.

Áreas tan delicadas como el gas y el petróleo no pueden estar regentadas por un gobierno extranjero que ha venido demostrando que actúa como el imperio, cuando sus ideas no son compartidas, como sucedió con Colombia y Republica Dominicana.

Las declaraciones del presidente Chávez en su país y a cuanta cumbre asiste, son de amenazas a quien no muestre identidad con sus ideas políticas, como cuando afirmó que quienes firmen el ALCA serán merecedores de una revisión de las condiciones bajo las que están negociando con Venezuela en la actualidad.

Los departamentos de frontera deben ser muy cuidadosos antes de iniciar cualquier proyecto conjunto ya que para un país como Colombia que se desarrolla siguiendo unos presupuestos muy restringidos no puede permitir que por cualquier situación política ésta se paralice indefinidamente.

Es verdad, también, que necesita la frontera oportunidades de trabajo y empleo y por eso mismo no pueden sus dirigentes equivocarse al momento de tomar decisiones y dejar en el olvido situaciones que fueron traumáticas para la región.

La ciudad no necesita inversiones hechas de cualquier manera, no debe ser solamente el dinero lo que importe en los nuevos desarrollos. Debe primar, eso si, la calidad de la misma y su sostenimiento en el tiempo.

Dicen algunos dirigentes de la región que las inversiones extranjeras de capitales, sanos y lícitos, deben ser bienvenidas. Que se debe dejar despejada la salida al Lago de Maracaibo. Que Venezuela es nuestro principal socio estratégico y debemos fortalecernos para hacerle frente al TLC. Que el alto gobierno debe tratar los temas delicados y no se debe desconocer que nuestro principal socio comercial y humano es Venezuela. Y que el Dr. Santos no se pronuncio cuando Bavaria y Avianca fueron compradas por extranjeros, como lo fue el Banco Ganadero y Telecom casi también y esto es absolutamente cierto, como también lo fue la prohibición del transporte del carbón a través de Venezuela, por una acción del gobierno colombiano que no gustó al gobierno venezolano.

Esta región estará siempre en el borde del abismo, es cierto que su mirador debe estar orientado hacia su vecino inmediato. Pero también es verdad que las actuaciones de éste, en los últimos años, son el mejor ejemplo de lo inestable que pueden ser unas relaciones con un socio cuya ideología política es diametralmente opuesta a la del otro. Está obligada la ciudad y sus dirigentes a orientarse hacia Colombia y buscar las mejores oportunidades que mayor seguridad y estabilidad le brinden.

Deben tener los opinadores de la ciudad criterio propio y no olvidar que son orientadores del lector. Debe tener la ciudad claridad en sus planteamientos y hablarle claro al poder central para que entienda que no puede la nación y su gobierno delegar la responsabilidad de invertir en Cúcuta y su Departamento, a un gobierno vecino que tiene casi en la indigencia a las dos ciudades mas importantes de su frontera y demostró, hace muy poco, que privilegia el acontecer político, por encima de cualquier consideración de desarrollo y bienestar de sus gentes.

Debe tener claridad, la ciudad y sus gentes, que las bases para un desarrollo, seguro y sostenido, solo será proveído, y es su obligación, por el gobierno nacional, que debe tener en cuenta las falencias y debilidades que la región padece y crear y apoyar el desarrollo y crecimiento de las oportunidades que sean necesarias.

Tuesday, September 27, 2005

QUE PASA CON CÚCUTA

Se resiente la ciudad con ese tipo de escándalos que cuando salen a la luz publica, esparce en el ambiente ese halo de percepción que ratifica lo que todos en la ciudad saben, que quienes la han dirigido los últimos años han hecho de ella un bastión de contratos indebidos y despilfarro. Situación esta que pareciera fuese imposible de cambiar.

Esta pasando, en la ciudad, lo que en Venezuela pasa, hay un ambiente de miedo que mantiene al ciudadano común asustado impidiéndole expresar su descontento, reprimiéndole el deseo de unirse a otros ciudadanos que desean impedir que la ciudad se siga deteriorando y sea objeto de esa devastación moral a la que esta expuesta.

No es fácil hacerle frente a fuerza tan arrolladora pero también es cierto que algo se debe hacer al respecto. Para quienes no han estado cerca de la política, no es fácil entenderla, se percibe como algo enfermo que quien se acerca a ella, tarde o temprano, termina por contaminarse. En muchas ciudades del país han empezado a cambiar las cosas y no puede Cúcuta quedar por fuera de esos nuevos aires que parecieran estar llegando al país como un decidido paso a recuperar esos espacios perdidos que, en un pasado no muy lejano, eran ocupados por personas de altas calidades y calidades.

No puede la ciudad serguir equivocándose en la elección de sus dirigentes, son estos, en definitiva, quienes deben cambiar esas costumbres políticas y esa imagen tan desgraciada que la ciudad proyecta a sus conciudadanos de otras regiones.

Debe la ciudad y sus gentes, encontrar la manera de buscar quien mejor la represente. No debe la ciudad y sus gentes seguir pensando que nada se puede hacer. Debe cada ciudadano de esta tierra conversar con sus amigos para motivar una unión de criterios que la lleve a definir ese hombre o mujer que este dispuesto a dar unos años de su vida para lograr un mejor futuro.

Tuesday, August 02, 2005

Frontera Real

No es fácil para quien no conoce el diario vivir de la frontera, comprender el desenvolvimiento económico y social diario que en ella se desarrolla. No hay actividad que no este, de una manera u otra, influenciada por los movimientos que se producen a ambos lados de la frontera.

Las dos economías tienen diferencias sustanciales, Colombia mantiene un libre cambio de divisas, Venezuela tiene un control de cambios. En Colombia el dollar negro tiene un menor valor que el oficial y en Venezuela el valor del dollar negro tiene un mayor valor que el oficial (20%). En Colombia la energía eléctrica tiene un costo mayor al de Venezuela en un 25% aprox. En Colombia la gasolina tiene un costo ¡¡¡10 veces mayor ¡¡¡ al de Venezuela. El gas es un producto que también presenta un menor valor que en Colombia. Y así se podrían enumerar una cantidad grande de condiciones donde la frontera se resiente por las diferencias que allí se presentan.

A todo esto anterior hay que agregarle el momento que se esta viviendo, que parece va a dudar mas de lo deseable, como es la situación política de Venezuela que prioriza a esta por encima de las conveniencias económicas. Esta situación ya ha traído a la ciudad uno de los tropiezos más grandes que se ha tenido en las últimas décadas como es el cierre de la frontera, por varios días, más de una vez, trayendo consecuencias económicas difíciles de cuantificar que han afectado duramente la ciudad, al departamento y al país en general.

Cuando esto sucede debe ser la ciudad muy cuidadosa en atender lo prioritario y entender que a estas situaciones, imposibles de prever y por lo tanto imposibles de combatir se le deben encontrar las soluciones necesarias, sostenidas y sostenibles en el tiempo, para lograr que su desarrollo futuro sea, sin olvidar lógicamente su posición geográfica, orientada a integrarse de una manera decidida y creciente al normal desarrollo de Colombia que es al país a donde pertenece.

El normal desarrollo de una frontera, tan viva como esta, debería ser de la mano del vecino país para aprovechar, ambas naciones, las ventajas que esta presenta e ir desarrollando proyectos conjuntos para ese futuro que inexorablemente les espera. Si esto no es posible, la ciudad debe seguir adelante con sus propios desarrollos, creando las oportunidades necesarias para su crecimiento.

Si la salida al mar ideal de la ciudad es a través de Venezuela y esta no se puede dar por razones políticas, debe la ciudad lograr, sin demoras, una vía segura y permanente que garantice el traslado de sus productos tanto de entrada como de salida.

Tiene la ciudad una cantidad creciente de personas que derivan su sustento diario del paso de productos de contrabando que sienten como un derecho el que se les permita vivir de ese trabajo. Vale aclarar que esto se percibe como un derecho adquirido que no se puede tocar.

No es fácil asimilar esos derechos que tienen algunos de vivir, el día a día, evadiendo las responsabilidades que negocios y empresas, establecidas de acuerdo a la ley, deben cumplir para poder subsistir y mantenerse en el mercado.

Disfruta la ciudad de unos precios menores en algunos productos, concedidos por el gobierno central, para de alguna manera tratar de acortar esas grandes diferencias que estimulan el comercio del contrabando.

No es tarea fácil cambiar esa mentalidad fronteriza y pareciera imposible hacerlo, pero es deber inaplazable el darle al ciudadano común y corriente la sensación de pertenencia y la obligación de contribuir con el desarrollo de la región basado en los principios de la legalidad y el compromiso de servir a la nación.

Pareciera que la solución que se le quiere dar a la problemática de la gasolina y algunos otros productos, no es la correcta. El problema social que tiene la ciudad con los Pimpineros y los Maleteros, es casi imposible de solucionar y por esto las soluciones deben ser enfrentadas con decisión, determinación y claridad meridiana que no le es posible asumirla solo a la ciudad sino de la mano de la nación también.

Debe la ciudad crear los espacios necesarios para promover la inversión del estado y la privada en empresas viables. No debe la ciudad seguir esperando que el crecimiento necesario se dará por la asistencia del turista del país vecino. Debe la ciudad orientarse a la realización de planes a mediano y largo plazo y lograr el financiamiento necesario, a largo plazo, para aquellos emprendedores que estén dispuestos a correr los riesgos que esos planes conlleven Debe la ciudad.

Debe la ciudad, de inmediato, resaltar las necesidades de las que adolece, utilizar su potencial organizacional y lograr que los gremios, las universidades, asociaciones de vecinos y todo aquel que este en capacidad de hacerlo, aporte ideas, proyectos y diagnósticos reales que la lleven a mejores tiempos.

No debe la ciudad, como hasta ahora lo ha hecho, ver pasar el tiempo y con el las oportunidades, debe de una vez por todas, y para siempre, exigir ser tomada en cuenta en el contexto nacional, debe hacer ver a las otras regiones que es parte de esa Colombia que lucha y que quiere salir adelante utilizando los derechos que le pertenecen